La Escuela debate la ley de dependencia como liberadora de las mujeres cuidadoras de sus familiares

Se plantea la Ley como una “gran esperanza” para la igualdad en cuanto permita liberar a las mujeres de un trabajo doméstico que representa el 27 por ciento del PIB

 

Sobre el recorte social “no ha sido el desarrollo del Estado del Bienestar quien ha provocado la crisis, sino el sector financiero privado”

400.000 mujeres en la Unión Europea abandonan su empleo para cuidar a familiares. En España, el 94,5 por ciento de las personas cuidadoras son mujeres, de las que el 70 por ciento son las propias hijas de las personas dependientes. El 73 por ciento de las mujeres cuidadoras está en edad laboral, pero dedican 10,6 horas al día los 365 días del año al cuidado de familiares. El 55,6 por ciento de las cuidadoras tiene problemas de salud. En 2009, su paga máxima mensual oscila entre los 300 y los 519 euros. 

 

Con estos datos, la secretaria del Fórum de Política Feminista, Begoña San José, reveló las desigualdades de género existentes en España en lo que respecta al cuidado de familiares: "La cuidadora familiar se dedica todos los días al cuidado del familiar, algo que afecta objetivamente no sólo a su autonomía personal, sino a su salud física y psíquica", señaló.

De esta manera se abrió la segunda jornada de debates de la Escuela de Bienestar. En la conferencia sobre Igualdad de género en la atención a personas con dependencia, San José aludió a su situación personal como ejemplo de cuidadora para reclamar su desarrollo como persona: "No pido una paga que me deje en casa al cuidado de mi padre, pido una autonomía para oxigenarme de esa carga y poder hacer otras cosas", explicó. En este sentido, apuntó que las prestaciones de la ley se resumen en una “paguita” a la cuidadora en el 46 por ciento de los casos y tan sólo un 18 por ciento en servicios de residencia. Consideró “dramático” que la ley de dependencia se consolide como un sistema de prestaciones económicas y no de servicios.

Ante esta situación, lamentó que el sistema de cuidados familiares sea hoy por hoy “insostenible e incompatible” con el desarrollo personal de las mujeres. Opinó que el Estado debe implicarse para que se sustituya a la cuidadora familiar por profesionales para que la ley no perpetúe el cuidado de ancianos en casa. “Ser dependiente no es ser egoísta, todos los estudios señalan que las personas dependientes no desean "amargar" la vida a sus hijas”, afirmó.

Para San José, la igualdad en el ámbito de la dependencia puede ser un privilegio para una élite o un derecho subjetivo y universal. En este sentido, lamentó el recorte social “porque no ha sido el desarrollo del Estado del Bienestar quien ha provocado la crisis, sino el sector financiero privado”.